Las Lenguas Celtas
Los celtas hablabamos una lengua indoeuropea que nos relacionaba con la prehistoria griega, romana e hindú.Pero, no han llegado textos en esta lengua antigua, salvo unas breves inscripciones pertenecientes al período romano y algunas referencias a nombres celtas en autores clásicos.
Cuando se escribieron los mitos celtas, en la Baja Edad Media, las lenguas variaban, según el país del autor.
Los mitos irlandeses eran recogidos en irlandés antiguo, pero los escritores irlandeses no entendían la variante galesa de la lengua celta.
Durante la invasión romana, cualquier rastro de unidad cultural anterior referente a una sola lengua celta, había desaparecido; los celtas irlandeses hablaban "goidélico", mientras que los británicos hablaban "britónico".La lengua britónica parece haber tenido relación con la que hablaban los galos.
Hacia el siglo V a.c. tuvieron lugar invasiones y movimientos migratorios en las tierras celtas occidentales y se produjeron cambios: la lengua goidélica irlandesa penetró en Escocia, y más tarde se convertiría en el gaélico escocés; la lengua anglosajona, el "inglés", se abrió camino en el sur de Gran Bretaña, empujando la lengua britónica hacia Bretaña.
Las lenguas celtas son un subgrupo de lenguas dentro de la familia indoeuropea habladas por los descendientes de los celtas.El asentamiento original de nuestro pueblo parece haber sido la zona centroeuropea que actualmente corresponde a Austria y Bohemia.
Durante el primer milenio a.C., nos extendimos progresivamente hacia el oeste (en dirección a las Islas Británicas, Francia y la Península Ibérica), hacia el este (Rumanía y los Cárpatos) y hacia el sur (Italia, Grecia y Anatolia).
En el siglo IV a.C. ya representamos una civilización importante, con una cultura y organización social fuertemente desarrolladas para su época.
En el año 390 a.C. conquistamos Roma y llegamos a asentarnos en el norte de Italia, creando la llamada Galia Cisalpina.
Durante el apogeo de nuestra civilización (alrededor del año 100 a.C.), los celtas dominabamos un amplio territorio que se extendía por casi toda Europa occidental.
Posteriormente, con la expansión del Imperio Romano, nuestras “tribus bárbaras” experimentaron un proceso de asimilación cultural que nos llevó a adoptar las costumbres y la lengua de nuestros conquistadores.
Clasificación de las lenguas celtas
Las lenguas celtas se dividen en dos ramas principales:
a) Continental. Está representada en exclusividad por el galo, que desapareció completamente de la región francesa en que se hablaba, la Galia, cuando los romanos la conquistaron e impusieron el latín (cuya variante local se convirtió con el paso del tiempo en el moderno francés).
b) Insular. Engloba a su vez los subgrupos gaélico o goidélico (irlandés, gaélico escocés, manés) y britónico (galés, bretón, córnico).El irlandés, el gaélico escocés, el galés y el bretón gozan hoy en día de una relativamente amplia aceptación en sus regiones de origen, con una presencia habitual en la educación, la prensa, la radio y la televisión.
El córnico se extinguió como lengua hablada a finales del siglo XVIII, mientras que el manés lo hizo en 1974 (cuando su último hablante nativo murió).
Los primeros colonizadores celtas de las Islas Británicas llegaron en la segunda mitad del primer milenio a.C., y hablaban la variante britónica de la originaria lengua llamada protocelta.
Éste fue el dialecto que imperó en la región durante mucho tiempo, incluso durante la dominación romana de la isla.
Desde el siglo VII d.C. en adelante, la presión de los anglosajones obligó a los celtas britónicos a retirarse hacia las costas occidentales, y además sufrieron los ataques de unos nuevos e inesperados invasores, sus “primos” los celtas gaélicos.
Estos últimos se asentaron finalmente en Irlanda, y desde allí se extendieron posteriormente hacia el oeste de Escocia, el noroeste de Inglaterra y la Isla de Man.
A su vez, los celtas britónicos pasaron de Cornualles a la región francesa de Bretaña entre los siglos V y VI, creando un enclave continental estable.
La distribución lingüística originada por los anteriores procesos migratorios ha permanecido inalterada hasta el momento presente.
En la actualidad, las lenguas celtas presentan un carácter marcadamente local, ya que apenas han extendido su influencia fuera de las Islas Británicas y el norte de Francia.
Se trata de la única rama lingüística indoeuropea cuya supervivencia se halla seriamente amenazada.
A pesar de los intentos por promover su enseñanza y su habla, pierden terreno progresivamente en favor del inglés y el francés.
Se estima que su número total de hablantes ronda actualmente los 1,7 millones, aunque con cada generación que pasa esta cifra disminuye considerablemente.
Oralidad y escritura:
Las fuentes greco-latinas no dejan de señalar características en la etiología de los celtas.Nuestra temeridad y bravura en el combate, comportamiento bárbaro, costumbres o rituales que se caracterizan por su crudeza o su crueldad desde la prespectiva “civilizada”, una fuerte predisposición natural hacia el aprendizaje y al ejercicio intelectual.
La elocuencia de los galos impresionó ya en el siglo II a.c. Catón nos atribuía un nivel de oratoria, no menor al de nuestra capacidad bélica.
La educación corría a cargo de los druidas, en torno a los cuales giraba asimismo el mundo de la justicia y de lo religioso.De hecho, el aprendizaje de un druida solía tardar alrededor de 20 años, en el que la base era el poder de la memorización.
La enseñanza oral era la práctica común entre los pueblos indoeuropeos que vivían fuera de las civilizaciones mediterráneas en que era común el uso de la escritura.
El recurso del canto y de la recitación en la enseñanza tradicional nos es común a los celtas, y un hermosos pasaje irlandes define así a la ciencia oral: El recuerdo de los antiguos, la transmisión de un oido a otro, el canto de los poetas...
La aparición de la escritura es un fenómeno tardío en la céltica antigua y reducido a aquellas zonas en que se tenía contacto con griegos y romanos.Los celtas irlandeses tenían, antes de la adaptación del alfabeto latino una escritura especial llamada ogam, consistente en trazos horizontales u oblicuos sobre una arista vertical de piedra.
Cada letra se nombra a partir de una planta o árbol (por ejemplo, D es daur, roble).
Entre Escocia, Irlanda y Gales, se conservan unas 300 inscripciones en piedra.
Hay que esperar unas centurias más para que surjan los textos literarios insulares, que recogen esta rica tradición cultural, de transmisión oral por los druidas y los fili, y que son tan importantes para el conocimiento de los antiguos celtas.
La literatura irlandesa, fijando dichas tradiciones desde el s VII, tiene marcado carácter épico, con los relatos repartidos en tres ciclos, el llamado mitológico, Lebor Gabála; el del Ulster (cuyos heroes principales son Cúchulainn y el rey Conbchobar, y su gesta principal Taín Bó Cuailgne, que narra la guerra entre los heroes del Ulster y el resto de Irlanda conducido por la reina Medb, a causa del robo de un toro maravilloso); y el ciclo de Leinster, llamado también, de Finn u osiánico.
Así mismo, la importancia del Mabinogion, una serie de relatos épicos –organizados en cuatro ciclos, además del arturiano- con preciosas indicaciones para entender la mitología.
Estas producciones son auténticas literaturas nacionales, las primeras de Europa.
Con respecto a la escritura, a partir del siglo VI a. C., y hasta el siglo I d. C., las inscripciones Celtas eran hechas en un alfabeto propio denominado Ogham u Occman, uno de los lenguajes rúnicos atribuido a esta nación.
Este lenguaje con caracteristicas netamente rúnicas, era una invención Celta.
El alfabeto Ogham tiene una similitud con el código Morse.
Las estelas encontradas en Irlanda, Gales, Escocia, y Francia dan a entender que el Ogham no era un alfabeto de uso popular si no era considerado sagrado y usado solo por los druidas en sus ritos y ceremonias.
Los lenguajes Celtas incluian, además del Ogham, el Irlandés, el Gael, el Escosés el Bretón y el Manx de la Isla de Man.
Además hay registros de lenguas ya desaparecidas en España y Austria.
Sin embargo esta riqueza de las lenguas Celtas no se manifestó en la literatura, ya que no fue si no hasta los siglos V y VI de la era Cristiana los Celtas mantuvieron una estricta tradición oral, la cual la mantenian viva los Bardos y los Druidas.
Cabe destacar que son muy pocas las obras que se han rescatado del alfabeto Ogham (a excepción de alguas inscripciones en Menhires y Dolmenes).
Pero sus poesías de dioses, heroes, reyes etc., denotan un estilo rico y esmerado de literatura, avalado por el hecho de que los poetas Celtas, cursaban 15 o 20 años de estudio antes de que sus maestros les aprovaran.
Las primeras manifestaciones de la poesía Celta, como tal, surgen en el siglo X a C. y han sido divididas en tres grandes ciclos: el Ciclo del Ulster, el ciclo de Ossian, y el Ciclo del rey Arturo.
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