La piedra

 

La piedra es todo Galicia, su misma esencia: suelo, casa, altar, sepultura......

El pasado y la vaguardia salen al encuentro para recorrer juntos viejos caminos desgastados, por los pies de peregrinos, aventureros, viajeros todos deseosos de rendirse ante el milagro de la conjuncion de la naturaleza y la historia.

Hitos de piedra como el dolmen de Dombate que inspiraron al poeta romántico Eduardo Pontal autor del himno gallego. Los constructores del megalismo entendieron y nos transmitieron una estética de la piedra que todavía lo imprime todo.

El granito define a Galicia.

En el mundo altomedieval los suevos contribuyen a crear una red administrativa basada en la parroquia.

Nacen jerarquías establecidas en el poder y poco a poco se levantan vigilantes torres, situadas estratégicamente, símbolo de presencia, poder y resistencia.

En algunos de los que fueron asentamientos castreños y conjuntos parroquiales, nacen núcleos que se irán conformando en el tiempo medieval, como Tui, Mondoñedo, Ribadavia, Monforte, Allariz, Viveiro, Betanzos, Pontedeume....

Se construyen y consolidan poderosas fortalezas, siendo estas cuna y corazón de linajes que se expandieron por la península y América: los Andrade, los Ulloa, los Zúñiga, los Taboada, los Fonseca, los Martelo, Los Prado de Cela, los Sotomayor......

Torreones sobre los que andando el tiempo y llegado el XV se vengarían los esclavos da terra, los irmandiños, para reducir aquellas atalayas a montones de piedra, al recuerdo y a la leyenda.

El Siglo XV está animado por una parte,por las revueltas "irmandiñas" protagonizadas por labradores que se rebelan contra sus señores fuedales y, otra por la política unificadora de los Reyes Católicos que intentaraán acabar con toda muestra de poder tribal.

Desde entonces, los castillos sufren reformas y algunos pierden el sentido defensivo para comvertirse en pazos, como las Torres do allo en Zas,... sin embargo, otros pazos se hacen de nuevo dentro del más puro estilo renacentista, como el de Fefiñáns en Cambados....

La arquitectura de los innumerables pazos de Galicia resume perfectamente el poder de la hidalguía, solemne arquitectura sobre la que campan los escudos, abierta en balconadas a jardines con estanques y fuentes a las que llega el agua por un complejo sistema de ingeniería en piedra.

Huertos donde se experimenta con especies exóticas, traidas de los más remotos países, con geométricas o laberínticas trazas ajardinadas que saben mixturar la sensibilidad atlántica con lecciones aprendidas del renacimiento italiano o del barroco francés.

Solanas mirando a bosques, a campos de cultivo, grandes áreas de poder, siempre cerradas por poderosos muros. En Galicia siempre encontraremos que la arquitectura del pazo reúne las esencias del paso de la historia, como las Torres de san Paio de Narla, hoy museo etnográfico de la diputación de Lugo.

O el castillo de soutomaior, centro del temido Pedro Madruga (noble que en tiempos de los Reyes Católicos atemorizó a "os irmandiños"), castillo que se convertirá en pazo con añadidos historicistas del siglo XIX.

En tierras ourensanas próximas a la capital, el Pazo fortaleza de Vilamarín.

Pazo de Oca en el ayuntamiento coruñes de A Estrada, arquitectura culta, como pétrea nao navegando entre jardines con barrocos estanques, fuentes prototípicos del pragmatismo de la ilustración como el Pazo de Santa Cruz de ribadulla, con su hermoso bosque, paseo de olivos, viveros....;

El Pazo de Mariñán de la diputación coruñesa en Bergondo tierra de célebres orfebres; el Pazo Quiñones de León en Castrelos.....

Generalmente, obras barrocas que se pueden asociar a grandes maestros compostelanos.

Espacios de historia y leyenda que, en la actualidad, se abren a las nuevas alternativas de turismo rural. Arquitectura de sentimientos que supieron describir magistralmente Valle Inclán, Pardo Bazán o el mismisimo Torrente Ballester, en textos que son fuente de pintorescas e inmejorables descripciones de la vida en los pazos.

Con el andar de los tiempos nació una arquitectura del camino "cruceiros", "petos de ánimas", símbolos de religiosidad, espacios que caracterizan tantos lugares de la cultura popular gallega dando origen a refraneros y leyendas y estas a su vez tocaron el alma de los más grandes creadores: el maestro Mateo lo hizo en arte de los canteros en el Pórtico de la Gloria.

Y muchos anonimos artesanos, Azabacheros de Compostela, canteros de Pontevedra, afiladores y paragüeros ourensanos, cesteros, "teceláns"...... "palilleiras" todos de una forma fueron victimas del embrujo de la piedra.

 

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